XXIII

Exprésate plenamente,
luego mantente callado.
Sé como las fuerzas de la naturaleza:
cuando sopla, sólo hay viento;
cuando llueve, sólo hay lluvia;
cuando hayan pasado las nubes, el sol brilla de por medio.

Si te abres al Tao,
eres una con el Tao
y lo puedes incorporar completamente,
Si te abres a la intuición,
te vuelves una con la intuición
y la puedes usar completamente.
Si te abres a la pérdida,
te vuelves una con la pérdida,
y la puedes aceptar completamente.

Ábrete al Tao,
y entonces, confía de tus reaciones naturales;
y todo estará en su lugar propio.