XLII

Nada es absoluto en el reino de pensamientos e ideologías.
Apóyate en una cosa por demasiado tiempo y se derrumba.
Por esto, no hay nada más fútil y frustrante que el confiar en la mente.

Para alcanzar lo que es firme debes hacerte amigo del Tao.
Para hacer esto, calla tu pensar.
Deja el análisis, la división y las distinciones entre una cosa y otra.
Sencillamente observa que estás al centro del universo y acepta todas las cosas y a todos los seres como parte de tu cuerpo infinito.

Cuando percibas que una acción cometida a otro se te hace a tí, habrás comprendido la Gran Verdad.