VIII

Confieso que no hay nada que enseñar: ni religión, ni ciencia, ni corpus de información que te conduzca la mente de vuelta al Tao.
Hoy hablo de esta manera, mañana de otra, pero la Vía Íntegra es siempre más que palabras y más que mentalidad.

Sencillamente sé conciente de la unitud de las cosas.