EL USO DE LOS FORMONES



DESCRIPCIONES
Atravez de los siglos, los formones para el trabajo en madera han sido la clase de herramienta más común. También en la tornería hallamos esta tendencia.

Aquí hablaremos solamente de los formones que se utilizan para la tornería entre centros. Los raspadores serán considerados en página aparte. La diferencia en apariencia entre los raspadores de filo recto y los formones es básicamente que los raspadores tienen solamente un bisel mientras que los formones tienen dos biseles.

Los formones para tornería se utilizan en una variedad de tamaños. Los he hecho de 1/4" de ancho y tengo uno que mide 2" de ancho el cual es útil para trabajos muy grandes. El que se ve en esta página es el que uso casi siempre. La cuchilla de éste mide 3/16" (5 mm) por 1/2" (12 mm). Es bastante fuerte a consecuencia de estas dimensiones y no sufre mucha vibración. Cuando era nuevo, la cuchillla tenía un largo de 7" (18 cm). Conforme pasa el tiempo, con múltiples afilamientos, se va acortando. Cuando llegue a ser de 3" (7 cm) ya dejará de ser útil.

El formón tiene su filo puesto a ángulo y no a escuadra. Este ángulo es de 65 grados a 70 grados, medido de la orilla larga de la cuchilla. Los biseles se esmerilan a 165 grados a 170 grados, medidos de la faz de la cuchilla. Tal como se ve en la foto arriba, esta característica crea una diferencia en las dos orillas del filo. Una orilla tiene ángulo obtuso. La otra tiene ángulo agudo. Entre torneros hay discusión entre cual de estos dos ángulos debe de usarse para cortar. Describiré su uso, desde el punto de vista de mi propia experiencia: los dos son útiles para diferentes propósitos.

MANIPULACIÓN El ángulo que uso más es el agudo. Éste se usa para cortes a ángulo severo con la pieza. Es decir, si uno va a crear bolas, bobinas u otras formas que penetran profundamente en el material, esta punta es la que se usa. Cuando uno está emparejando un perfil recto o de curva larga, el ángulo obtuso se usa.

Este diagrama muestra el ajuste aproximado de la guía y del formón. Nótese que la guía se ajusta de tal forma que queda algo más alta que el centro del trabajo (la pieza a tornear). Esto resulta en que la punta aguda del formón quede bastante elevada sobre el trabajo. Para poder usar esta punta, la orilla de la punta se soporta en la guía. Esta posición básica es la que puede usarse para empezar cualquier corte. La altura de la guía y, por tanto, el ángulo del formón dependen del diámetro del trabajo. Con práctica, uno desarrollo un «sentido» de esto y lo ajusta automáticamente. Lo importante es que no quede el formón demasiado bajo con relación al trabajo.

Nótese también que la guía se pone próxima al trabajo. Cuando se empieza a redondear el trabajo, la guía queda lo más cerca posible a las esquinas. Aquí se ve esta posición. Para cortar el cuadrado con el formón, la mano izquierda sostiene la herramienta firmemente sobre la guía y la mano derecha sostiene el asidero. La sección abultada del asidero se toma con esta mano, la cual se coloca con los nudillos hacia arriba. La mano izquierda toma la cuchilla con las puntas de los dedos índice, pulgar, medio y anular. El dedo anular no ejerce mucha presión sobre la cuchilla y junto con el meñique, sirve para reforzar los otros dedos. La presión que controla la cuchilla se da entre el pulgar por un lado contra los otros al otro lado. El conjunto jala hacia abajo, manteniendo la cuchilla firme contra la guía.

Para penetrar al trabajo con la punta del formón la mano derecha gradualmente se alza, inclinando así la punta, poco a poco, hacia abajo. Debe advertirse, que estas operaciones toman práctica y el aprendiz debe practicar en piezas de desperdicio hasta que todo sea automático. Si se inclina el formón demasiado hacia la iezquierda o hacia la derecha, el trabajo tiende a «tragar» el formón causando que las esquinas somaten el filo y causen impacto desagradable. Por esto es mejor empezar con secciones pequeñas y luego progresar a trabajos mayores.

Cuando los cortes de tope se han hecho en la pieza cuadrada con el formón, la parte que será redonda se redondea con una gubia ancha. Más sobre esto en la página de gubias. Notará el lector que una punta fina como la de la gubia puede usarse para formar la mayoría de los perfiles finos. Usándola en la posición descrita, sirve para formar cualquier corte recto penetrante, cortes en arco convexos y para empezar los cortes en arco cóncavos. Con práctica todas las formas pueden formarse aun en trabajos cuadrados o de otras secciones poligonales. El tornero debe recordar que mientras mayor es el diámetro, más dificultoso es mantener la herramienta firme y controlada.


Los perfiles que se ven en el diagrama arriba deben practicarse, preferiblemente en un material como Pino o Álamo. Ya bien cumplidas, puede graduarse a un material más dificultoso como el Arce, Cerezo o Roble.

Curvas largas y secciones de perfil recto se cortan con el formón invertido. Es decir, que usando el ángulo obtuso, va uno mondando la madera, con el formón casi acostado. La punta aguda se mantiene un poco alzada, con el formón un poco inclinado y no puesta cabal sobre la guía, como se ve en el diagrama. Curvas graduales y rectas son posibles de ejecutar de esta manera pero requieren mucha práctica. El resultado requiere lijar poco usando esta técnica.

Recomiendo para las piezas de práctica que sean de 1.5" (38 mm) de grueso (ancho) y 10" (25 cm) de largo para empezar. Después de lograr perfiles en este tamaño, puede incrementarse el tamaño, hasta tener buena habilidad en piezas de 8" (20 cm) de grueso (ancho).

Por ahora, se ha descrito lo que se puede sobre los formones. En la página siguiente trataremos con las gubias.