XXXV

Cualquiera que esté centrada en el Tao
puede ir doquier, sin peligro.
Ella percibe la armonía universal,
aún en medio de gran dolor,
porque ha hallado paz en su corazón.

Música o el olor de la buena cocina
puede hacer que la gente se detenga y goce.
Pero las palabras que señalen el Tao
parecen monótonas y sin sabor.
Cuando lo buscas, no hay nada que ver.
Cuando escuchas por él, no hay nada que oír.
Cuando lo usas, es inagotable.