La Maestra no tiene mente propia.
Ella trabaja con la mente del pueblo.
Ellas es buena con las personas buenas.
Es también buena con las personas que no son buenas.
Esto es bondad verdadera.
Se fía de las personas confiables.
También se fía de las personas no fiables.
Esto es verdadera confianza.
La mente de la Maestra es como el espacio.
Las personas no la comprenden.
La miran y esperan.
Ella las trata como sus propios hijos.