LVI

Los que conocen, no hablan.
Los que hablan, no conocen.

Cierra la boca,
bloquea los sentidos,
desafila tu filo,
desata tus nudos,
suaviza tu mirar,
sedimenta tu polvo.
Esto es la identidad primaria.

Sé como el Tao.
No puedes aproximarte a él ni alejarte de él.
no puede ser beneficiado ni dañado,
honrado, ni desgraciado.
Se da continuamente.
Por eso es que perdura.