LXXIV

Si te das cuenta de que todo cambia,
no habrá nada al cual acogerte.
Si no temes la muerte,
no habrá nada que no puedas lograr.

El intentar controlar el futuro
es como tratar de tomar el lugar del maestro carpintero.
Cuando tratas de manejar sus herramientas,
lo más probable es que te cortarás la mano.