EL Tao siempre está relajado. Se sobrepone sin competir, contesta sin decir una sola palabra, llega sin ser llamado, logra sin planificar. Su red abarca todo el universo. Y aunque su malla es bien abierta, no permite que nada se pase.
Su red abarca todo el universo. Y aunque su malla es bien abierta, no permite que nada se pase.