LXXX

Si un país es bien gobernado,
sus habitantes estarán contentos.
Gozan de la labor de sus manos
y no desperdician el tiempo inventando
máquinas que reducen el trabajo.
Ya que aman cariñosamente a sus hogares,
no les interesa el viajar.
Puede que hayan unos cuantos vagones y botes,
pero estos no van a ninguna parte.
Puede que haya un arsenal de armas,
pero nunca los usa nadie.
La gente goza de sus alimentos,
se complacen estando con sus familias,
pasan los fines de semana laborando en sus jardines,
se deleitan en lo que ocurre en sus barrios.
Y aunque el país más próximo queda tan cerca
que las personas pueden oír el cantar de sus gallos
y el ladrar de sus perros,
se contentan con morir a una edad avanzada
sin nunca haber ido a visitarlo.