I

Enseño la Vía Íntegra para unificarse con el grande y misterioso Tao.
Mis enseñanzas son simples; si intentas hacer de ellas una religión o una ciencia, ellas te iludirán.
Profundas y sencillas, contienen la verdad entera del universo.

Aquéllos que desean conocer la verdad completa, gozan en hacer el trabajo y el servicio que enfrentan.
Habiéndolos completado, gozan en limpiarse y alimentarse.
Habiendo cuidado de otros y de sí mismos, derigen su atención al maestro para ser instruidos.

Esta senda sin adorno conduce a la paz, la virtud y la abundancia.