XXII
¿Cómo puede verse la Unitud divina?
¿En formas bellas, maravillas alentadoras, milagros que inspiran asombro?
Al Tao no se le obliga a presentarse de esta manera.
Siempre está presente y siempre obtenible.
Cuando el habla se exhausta y la mente se disuelve él se presenta.
Cuando la claridad y la pureza se cultivan, él se revela.
Cuando la sinceridad es incondicional, él se quita el velo.
Si tienes la voluntad para ser vivido por él, lo verás en todas partes, aún en las cosas mas ordinarias.
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