XXXIII

Así como el mundo puede revelarse como partículas, el Tao puede revelarse como seres humanos.
Aunque el mundo y las partículas no son iguales, tampoco son diferentes.
Aunque el cuerpo cósmico y tu cuerpo no son iguales, tampoco son diferentes.

Mundo y partículas, cuerpos y seres, tiempo y espacio:
Todos son expresiones transitorias del Tao.
Invisible, inagarrable, el Tao es más allá de cualquier intento, de analizarlo o de categorizarlo.
Al mismo tiempo, su verdad se halla donde tú mires.
Si puedes soltar de él con tu mente y rodearlo con tu corazón, siempre vivirá dentro de tí.